Cuando se Eluden los Filtros de Correo Electrónico: Detección y Respuesta a Amenazas de Correo Electrónico Tras una Vulneración

Este artículo analiza los riesgos de la actividad del correo electrónico tras un ataque, cómo detectar las señales de alerta y cómo los responsables de seguridad pueden desarrollar capacidades de respuesta integradas.

En este artículo

Todas las organizaciones invierten en seguridad del correo electrónico, pero los atacantes siguen eludiendo los filtros con métodos cada vez más sofisticados. ¿Qué ocurre cuando se cuela un correo malicioso? En este artículo se analizan los riesgos de la actividad del correo electrónico tras el compromiso, cómo detectar las señales de alerta y cómo los responsables de seguridad pueden crear capacidades de respuesta integradas que reduzcan el tiempo de permanencia y limiten los daños.

 

La ilusión de la seguridad del buzón de correo electrónico

El correo electrónico sigue siendo el punto de entrada más común para los atacantes. Los filtros hacen un excelente trabajo bloqueando el phishing masivo y el spam, pero el 79 % de las organizaciones aún sufrieron al menos un incidente relacionado con el correo electrónico en 2025 (TitanHQ). El compromiso del correo electrónico empresarial (BEC), la apropiación de cuentas y el phishing interno tienen éxito precisamente porque se aprovechan de la confianza, utilizando cuentas válidas y un contexto creíble que los filtros técnicos no siempre pueden detectar.

Esto supone un punto ciego cada vez mayor. Muchas organizaciones se centran en gran medida en la prevención, mientras que los atacantes prosperan en la fase posterior al compromiso.

 

El panorama de amenazas tras el compromiso

Una vez dentro de una bandeja de entrada, los atacantes rara vez se detienen en un solo mensaje. Su objetivo es la persistencia, la propagación lateral y la monetización. Las tácticas más comunes incluyen:

  1. Apropiación de cuentas: las credenciales robadas o el bypass de MFA proporcionan a los atacantes acceso completo al buzón.
  2. Phishing lateral: las cuentas comprometidas envían correos electrónicos internos que eluden los filtros debido a la confianza inherente.
  3. Abuso de las reglas del buzón: las reglas ocultas de reenvío automático extraen datos confidenciales u ocultan las respuestas de advertencia.
  4. Explotación de OAuth y API: las aplicaciones maliciosas solicitan acceso a los buzones de correo en la nube, creando puntos de apoyo duraderos.
  5. Mensajes creados por IA: los adversarios ahora generan comunicaciones internas que imitan el tono, el estilo y la urgencia, lo que dificulta aún más su detección.

Estas tácticas explotan la superposición de la identidad, la confianza y la comunicación, lo que las convierte en una preocupación estratégica para los CISO.

 

Cómo detectar lo invisible

El reto no consiste en detener todos los correos electrónicos maliciosos, sino en reconocer cuándo algo ha salido mal. Una detección eficaz requiere:

  • Supervisión de anomalías en el comportamiento: picos en el correo enviado, destinatarios inusuales, inicios de sesión desde ubicaciones imposibles.
  • Seguimiento de la configuración del buzón: alertas sobre nuevas reglas de reenvío, cambios en la delegación o concesiones inesperadas a aplicaciones de terceros.
  • Correlación de identidades: alinear la telemetría del correo electrónico con las señales de riesgo de IAM de plataformas como Okta y SailPoint para garantizar que las cuentas comprometidas se marquen rápidamente.
  • Visibilidad entre sistemas: introducir los eventos de correo electrónico en plataformas SIEM, UEBA e ITDR (Identity Threat Detection & Response) para obtener un contexto más amplio.

Cuando la actividad del correo electrónico está vinculada a la postura de identidad, las organizaciones obtienen la visibilidad necesaria para detectar el uso indebido en tiempo real.

 

Desarrollo de una capacidad de respuesta

Una estrategia eficaz tras un incidente se basa en la rapidez y la precisión:

  1. Contención: desactivar las cuentas comprometidas, revocar las sesiones activas y eliminar las reglas maliciosas del buzón de correo.
  2. Investigación: rastrear las campañas de phishing internas, analizar las concesiones de tokens OAuth y revisar los registros de auditoría.
  3. Corrección: restablecer las credenciales, aplicar la autenticación reforzada y revocar el acceso a las aplicaciones maliciosas.
  4. Comunicación: alertar a los empleados, clientes o socios afectados para restablecer la confianza.

La automatización desempeña un papel fundamental en este sentido. Las plataformas SOAR pueden agilizar los pasos de contención, garantizando que los equipos no pierdan tiempo durante los periodos críticos de respuesta.

 

Tecnología y arquitectura: más allá de los filtros

La seguridad del correo electrónico empresarial moderno debe considerarse como una arquitectura por capas:

  • Seguridad complementaria del correo electrónico en la nube que se integra directamente con Microsoft 365 o Google Workspace para analizar el comportamiento posterior a la entrega.
  • Defensas basadas en la identidad: integración de Okta y SailPoint para la autenticación adaptativa, y Delinea para aplicar el privilegio mínimo, lo que garantiza que las cuentas comprometidas no puedan escalar sin control.
  • Alineación con el modelo de confianza cero: aprovechamiento de plataformas modernas como Auth0 para el acceso adaptativo y Segura para la aplicación de políticas en tiempo real.

Together, these layers shrink the attacker’s operational window and reduce the blast radius of any successful compromise.

 

Un caso concreto

Imaginemos la siguiente situación: el buzón de correo electrónico de un ejecutivo se ve comprometido por un ataque de spear phishing muy bien elaborado. Los filtros no lo detectan porque el inicio de sesión parece legítimo. En cuestión de horas, el atacante envía solicitudes urgentes de transferencias bancarias internas.

Lo que cambió el rumbo no fue el filtro. Fue la detección de anomalías lo que señaló el envío masivo inusual fuera del horario laboral. El SOC desactivó la cuenta, revocó las sesiones y eliminó los mensajes fraudulentos antes de que se produjeran pérdidas económicas.

¿La lección? La supervisión del comportamiento y el contexto de la identidad fue la red de seguridad que los filtros no pudieron proporcionar.

 

Recomendaciones para los responsables de seguridad

Para los CISO y los CTO, la conclusión estratégica es clara:

  • Aceptar que los filtros fallarán: planificar lo que sucederá después.
  • Invertir en la detección posterior al compromiso y alinearla con la telemetría IAM de plataformas como Okta y SailPoint.
  • Utilizar controles de acceso privilegiado (Delinea) para contener el riesgo.
  • Definir los KPI que importan: tiempo de detección, tiempo de contención y tiempo de revocación de reglas maliciosas.
  • Realizar continuamente pruebas de estrés en su entorno de correo electrónico para poner a prueba la detección y la respuesta.

 

La confianza se basa en la resiliencia

La vulnerabilidad del correo electrónico es una certeza. Las organizaciones que prosperan son aquellas que reconocen los límites de la prevención y se preparan para lo inevitable. Al vincular la seguridad del correo electrónico a la identidad, invertir en la detección de anomalías y crear manuales de respuesta automatizados con socios de confianza, los responsables de seguridad pueden garantizar que un filtro eludido no se convierta en una brecha total.

La confianza se basa en la resiliencia. Y la resiliencia en la seguridad del correo electrónico comienza en el momento en que fallan los filtros.